El Poder de la Sonrisa
La Sonrisa del Buda
Las figuras de los Budas sonriendo siempre me han inspirado paz, tranquilidad, confianza y esperanza. Algo en ellos emana que la vida puede ser fácil, sencilla y alegre.
Un día me di cuenta que, en realidad, allí donde viera una sonrisa sincera, me sentía apoyado, tranquilo y con buena comunicación, independientemente de quien la portara. De hecho la sonrisa es patrimonio de la humanidad, no sólo de los budas, también la he visto en maestros y maestras de todas las tradiciones y en personas inspiradas que expresan la bondad y la alegría de vivir. Uno de mis primeros maestros, el yogui Swami Sivananda, por ejemplo, decía: “Son necesarios 40 músculos para arrugar la frente y sólo 15 para sonreír”.
Como padre sé que sonreír a mi hijo cuando está asustado significa comunicarle que todo está bien.
El Poder de la Sonrisa Interesada
Es tan grande el poder de seducción de una sonrisa que una y otra vez está siendo usada para conseguir algo de otra persona. Las técnicas de marketing y venta subrayan la importancia de sonreír para convencer al cliente. Incluso están comprobados los efectos que tiene la sonrisa en la atención telefónica y eso que no puedo verla.
Los comerciantes sobre todo de los países árabes sonríen una y otra vez para atraer la atención de los futuros compradores. En la película “El señor Ibrahim y las flores del Corán” el protagonista obtiene nuevos resultados a partir de empezar a sonreír a las personas con las que se encuentra.
William Shakespeare decía: “es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada”. Sin duda hay muchos cuerpos diplomáticos de países con poco potencial bélico que recurren a esta “arma”.
El Poder de la Sonrisa Sincera
Cuando no hay destinatario la sonrisa refleja sencillamente el estado de completa satisfacción. En armonía conmigo y con la naturaleza, comprendiendo el funcionamiento profundo de todo lo que me rodea.
La sonrisa mejora las relaciones y establece una comunicación agradable y abierta. Hace que parezca fácil la situación más complicada, será por eso que nuestros ancestros nos enseñaban a poner “al mal tiempo, buena cara” para animarnos.
El maestro taoísta Mantak Chia afirma: “Sonreírse a sí mismo es como dejarse acariciar por el amor y el amor puede curar y rejuvenecer”.
La llave del Corazón
Si la cara es el espejo del alma, la sonrisa es la llave que abre el corazón y lo muestra.
La glándula Timo es, para los taoístas, la sede del amor y de la fuerza vital. La práctica de “La Sonrisa Interior” tiene una especial incidencia sobre esta glándula, aumentando su actividad. Para el premio Nóbel de medicina Frank Macfarlane una de las formas de prevenir el cáncer es precisamente estimular la referida glándula. El Timo genera células tipo T que aíslan y destruyen las células “anormales”.
La sonrisa genera endorfinas (los neurotransmisores conocidos como la “droga natural de la felicidad”) a quien la practica y muchas veces a quien la recibe. Estas sustancias químicas fluyen por la sangre cuando estoy relajado y alegre.
La Sonrisa en el Tao
La sonrisa es una de las 8 cualidades a desarrollar por el practicante de Tao. Corresponde con el trigrama del Lago y representa la actitud de ser fluido, alegre y no tomar las cosas con solemnidad o pesadez. El Lago me ayuda a no atascarme y enredarme dando demasiada importancia a lo que no la tiene.
Las comisuras de los labios y los laterales de los ojos ascienden y con ello permiten elevar el ánimo y la vitalidad. La energía de la Tierra, que es el combustible del Ser Humano, sube.
Aplicaciones de la Sonrisa
La práctica de la Sonrisa Interior o Sonrisa Suavizante es una de las meditaciones básicas del Tao junto con los Sonidos Curativos y la Órbita Microcósmica.
La sonrisa con sentimiento de cariño y gratitud abre los órganos, los relaja y estimula las emociones “positivas” que residen en ellos. Permite establecer una buena comunicación con los 5 elementos.
Cuando conecto con el sentimiento sano que genera la sonrisa trato de mantenerme en ese lugar durante todo el día. Es una de las perlas de la práctica de Tao Yin, Chi Kung, Tai Chi y meditación. Hay una diferencia considerable entre estar en la actitud de “ceño fruncido” con concentración tensa y esfuerzo, a estar en la actitud suave y autosuficiente de la sonrisa.
Una vez que instalo en mí esta cualidad me sirve para intercambiar conocimiento y energía con todo mi organismo: sonrío a cualquier zona donde sienta tensión, sonrío a cada uno de los chakras, sonrío a toda mi columna vertebral, a cualquier parte de mi cuerpo, sonrío a las sensaciones que aparecen y desaparecen, sonrío a mi sexo, a mi energía sexual, sonrío al recorrido de la Órbita Microcósmica… Sonrío para relacionarme mejor conmigo…
…y también hacia fuera: sonrío a la Tierra, al Cielo, a la Luna, a las Estrellas, a las plantas, a los animales, a las personas…
…para mejorar todas mis relaciones.
Práctica de la Sonrisa Interior para armonizar los órganos
Posición del Trono de Prácticas:
- Me siento en el borde de una silla con la columna vertebral alineada.
- Pies separados y enraizados. Ingles abiertas. Lumbares en posición neutra. Pecho y barbilla ligeramente hundidos. Parte alta de la cabeza hacia arriba, como si hubiera un hilo que tira de mí hacia la Estrella Polar.
- Hombros relajados y manos en el abdomen para empezar. Después voy colocando las manos delante de cada órgano.
Conexión Tierra/Cielo:
- Siento mi respiración lenta y abdominal.
- Siento la conexión a la Tierra y la Sonrío con sentimiento de cariño y gratitud, invitándola a formar parte de la práctica.
- Siento la conexión al Cielo y le Sonrío cariñosamente invitándole a formar parte de la práctica.
- Siento la energía en mi Tan Tien inferior (abdomen), me enfoco en él y le Sonrío absorbiendo la energía del Cielo y de la Tierra.
Sonrisa a los órganos (siguiendo el ciclo de nutrición de los 5 elementos):
- Sonrío a mis Riñones con sentimiento de cariño y gratitud. Elemento Agua.
- (Opcionalmente puedo atraer luz azul oscura intensa y brillante con mis Riñones).
- Sonrío a la Tierra. Sonrío al Cielo. Sonrío a mi Tan Tien.
- Sonrío a mi Hígado con sentimiento de cariño y gratitud. Elemento Madera.
- (Opcionalmente puedo atraer luz verde intensa y brillante con mi Hígado).
- Sonrío a la Tierra. Sonrío al Cielo. Sonrío a mi Tan Tien.
- Sonrío a mi Corazón con sentimiento de cariño y gratitud. Elemento Fuego.
- (Opcionalmente puedo atraer luz roja intensa y brillante con mi Corazón).
- Sonrío a la Tierra. Sonrío al Cielo. Sonrío a mi Tan Tien.
- Sonrío a mi Bazo y a mi Páncreas con sentimiento de cariño y gratitud. Elemento Tierra.
- (Opcionalmente puedo atraer luz amarilla intensa y brillante con mi Bazo y Páncreas).
- Sonrío a la Tierra. Sonrío al Cielo. Sonrío a mi Tan Tien.
- Sonrío a mis Pulmones con sentimiento de cariño y gratitud. Elemento Metal.
- (Opcionalmente puedo atraer luz blanca intensa y brillante con mis Pulmones).
- Sonrío a la Tierra. Sonrío al Cielo. Sonrío a mi Tan Tien.
Meditación Yin:
- Coloco mis manos en el Tan Tien equilibrando los 5 elementos y practico la Meditación de No Hacer: “Ya está todo hecho”.
- Confío en la sabiduría de mi propio organismo para auto equilibrarse e integrar la práctica de la Sonrisa Interior.
- Mantengo la conciencia testigo, el observador imparcial, atenta a las sensaciones.
- Pasados unos minutos salgo suavemente de la meditación Yin preferentemente con estiramientos, movimientos de Tao Yin y automasaje.
Ángel García – almadetao, Profesor Docente de Tao, Formador de Profesores de Meditación. Asociación Española de Tao Yin